Punto y Coma
El problema de las inundaciones
Fraccionamientos en zonas de riesgo
Asentamientos humanos por necesidad
Por Luis González Romero
Poza Rica, Ver.- Corrupción, irresponsabilidad, impunidad y necesidad se conjugan en un solo problema en esta ciudad, el de los sectores que se inundan cada vez que suben de nivel los arroyos y el río cazones; sobre todo en la temporada de huracanes que se presentan uno tras otro y las familias asentadas en lugares vulnerables a las inundaciones viven en constante zozobra, como dicen en Las Gaviotas “con el Jesús en la boca”, y al mismo tiempo haciendo maletas para abandonar sus casas antes de que les ocurra una desgracia mayor, como la del 5 de octubre de 1999, cuando todavía la protección civil en Poza Rica estaba en pañales.
En materia de corrupción hay que mencionar el caso del fraccionamiento La Florida, en donde por enésima ocasión se encuentra bajo el agua. Ese fraccionamiento se construyó en un área en donde hace medio siglo era el lecho natural del río Cazones, mismo que a raíz de una creciente se abrió otra ruta más amplia; pero el espacio que ocupa sigue siendo zona baja, inundable y cuando era un simple potrero, en cada lluvia se llenaba de agua, lo que a nadie afectada y por lo mismo no había de que preocuparse.
Ante la necesidad de construir unidades habitacionales de interés social, hace ya algunas décadas, las autoridades municipales autorizaron, dieron el visto bueno para construir un fraccionamiento en ese lugar y de acuerdo a quienes estuvieron cerca del ayuntamiento en aquellos años, hubo cierta resistencia para otorgar el permiso y uso de suelo, que finalmente e dio luego de una oferta nada despreciable para quienes eran las autoridades en esos tiempos, siendo en esa fórmula de corrupción e irresponsabilidad como se construyó el mencionado fraccionamiento, actualmente visitado con mucha frecuencia por los integrantes del Consejo Municipal de Protección Civil para evacuar a las familias y llevarla a lugar seguro.
Lo que hoy es Infonavit Poza de Cuero, Gaviotas I, II y III, hace 34 años era un lugar poblado de algunas matas de plátano y árboles de mango, de lo que cuentan que ahí con frecuencia amanecían personas colgadas, luego de ser ejecutadas por la “mano negra”; bueno eso es otra historia; pero todo ese terreno se inundaba y el agua quedaba encharcada aunque el río regresara a su case normal; pero a nadie afectada y por lo mismo tampoco se le daba importancia y muchos menos autoridades se preocupan por ello; pero de igual manera las constructoras “convencieron” a las autoridades de aquellos tiempos para que se autorizan las construcciones y ese lugar que era improductivo, pero que tenía dueño, se convirtiera en una unidad habitacional importante y con graves problemas de inundaciones.
La primera unidad habitacional de interés social fue Santa Regina, en terreno seguro y en donde no tienen el mismo problema; de siguen otros, como La Floresta, que también se baña de agua lodosa en tiempo de huracanes; pero al calor de las necesidades y hasta de la impunidad o proteccionismo de autoridades pretéritas, se han creado asentamientos humanos en zona de riesgo, como Villa de las Flores, La Primavera, ampliación Lázaro Cárdenas, Palma Sola, Granjas, Ignacio de la Llave, Quebradora, Vista Hermosa, La Esperanza, ampliación Morelos, por mencionar algunas, en donde se han formado mediante la Ilegalidad, por medio de las invasiones protegidas por autoridades locales y estatales; porque además se han tomado a esos sectores como bandera política, como gentes condicionadas por algunos partidos para que el día que haya elecciones se cuente con gente que ayude a llenar las urnas.
Después de la tragedia de 1999, a cientos de damnificados se les reubicó en la unidad habitacional Arroyo del Maíz y del Mollejón, en donde actualmente viven algunas familias, mientras que los demandan rentan o vendieron las casas y se regresaron a donde antes estaban. Dicho sea que el problema no se resolvió y en lo que respecta a La Florida, en repetidas ocasiones escuchamos decir que se les iba a reubicar en otro sector; pero eso fue en el discurso, al calor de la tragedia y de las emociones que deja el andar entre el agua y el lodo; después las aguas del Cazones se acomodan en su cauce natural, que en tiempo de estiaje se convierte en río de piedras y todo mundo se olvida de los proyectos de reubicación, hasta que llegan de nuevo las inundaciones…Por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto y buen y mojado inicio de semana.
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