La Iglesia católica no escapa a la corrupción
Además las parroquias funcionan sin proyectos
Por Luis González Romero
Poza Rica, Ver.- En la iglesia católica se practica la mercadotecnia, bautizos, bodas, comuniones y todo tipo de eventos, incluso hasta bodas las playas para satisfacer capricho y vanidad de los que tienen dinero y que con ello son capaces de comprar todo, perdiéndose la esencia de la fe y de una iglesia renovada, cambiante de modelo como lo propuso Juan XXIII a través del Concilio Segundo del Vaticano, a través de los 16 documentos del nuevo modelo de iglesia.
El Movimiento por un Mundo Mejor no se ha concretado, sobre todo porque no se han cumplido en la Diócesis de Papantla, la propuesta que hace seis años hizo el Obispo Lorenzo Cárdenas Aregullín, no se ha llevado a la realidad y por lo mismo la mayoría de las parroquias están funcionando como un supermercado, pero sin propuestas para avanzar el nuevo modelo y darle una imagen acorde a los nuevos tiempos, mientras que otros “nos rebasan”.
En Poza Rica existen 11 parroquias, una capilla y 18 sacerdotes; pero solamente en el Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en la colonia Obras Sociales se viene trabajando con un proyecto, con resultados positivos, dijo Juan Jaime Suárez Silva, con 46 años de su ordenamiento y con una amplia experiencia en el manejo de los programas y en el encuentro con los católicos que pertenecen a la comunidad a su cargo.
Suárez Silva se pronunció por los cinco puntos básicos, como son vida, trabajo, verdad, saber y paz; pero se abstuvo de hablar de los matrimonios entre personas del mismo sexo y de la posición de los magistrados y de los altos prelados de la iglesia católica, que se han enfrascado en una polémica infructuosa, y solamente se hace una pregunta, ¿A dónde va la humanidad, sobre todo con las adopciones de niños que tendrán como padres a dos individuos, en donde solo habrá dos penes y cero vagina; hijos de quien?, “prefiero no opinar de eso”.
Retomó su tema y dijo que la renovación de la iglesia católica viene de los años setentas, con proyectos que lamentablemente no se están cumpliendo en las parroquias, en las comunidades católicas y los Curas solamente se concretan a celebrar misas y más misas, aplicar sacramentos sin importar que quien lo recibe conozca el verdadero significado de los mismos.
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