lunes, 25 de noviembre de 2013

Un mal año

                                                                  Un mal año
 
Por Roberto Piñón Olivas
 
Nadie duda que sean buenas noticias, pero no es suficiente. El tercer trimestre mostró un avance en el Producto Interno Bruto de 0.8 en relación con el trimestre inmediato anterior, cuando hubo números negativos de 0.6. Sin embargo, el análisis de crecimiento 2013 contra 2012 nos arroja números nada halagüeños, con un deterioro en la industria secundaria que representa un signo de alerta, con el ingrediente del dato de desempleo con una tasa superior al 5 por ciento y un pronóstico, ahora si realista, de la Secretaría de Hacienda, para 2013, con un PIB del orden del 1.3.
Esta semana que pasó, la Secretaria de Hacienda federal festejó con razón los datos que hablan de una incipiente recuperación de la economía, después de un segundo trimestre fatídico. La razón es simple: el crecimiento se fortalece, rompiendo la caída en indicadores y alejando la especulación de una recesión, pero al tiempo, se confirma la desaceleración de la economía, es decir, presencia de indicadores negativos, fundamentalmente construcción y minería, en la actividad económica secundaria.
Al revisar el crecimiento 2012, particularmente por lo que hace a las actividades secundarias, vemos como presenta números positivos en relación con el mismo periodo del año anterior: primer trimestre del orden de 4.0, segundo al 3.4, tercero al 2.3 y cuarto del orden de 0.8, haciendo un crecimiento anual de 2.6.
Para 2013, en relación con 2012, los números son alarmantemente bajos, todos negativos, (1.7) primer trimestre, (0.3) segundo trimestre, (0.6) tercer trimestre, haciendo una cifra anualizada de (0.9), en el análisis de las actividades secundarias.
Contrasta el decrecimiento en actividades secundarias a los números positivos que presentan las actividades primarias y terciarías, tanto en 2012 como en 2013. En el primero, crecieron en el orden de 7.3 y 4.5, y en el segundo, al tercer trimestre, 0.6 y 2.3, ambos números positivos.
Las buenas noticias de un crecimiento para tercer trimestre contra el decrecimiento del segundo, en el análisis indican que apenas llegaremos a las expectativas anunciadas de antemano por el Banco de México, a contrapelo de las perspectivas oficiales de Secretaria de Hacienda, que apenas la semana pasada redujo sus pronósticos de crecimiento de 1.7 a 1.3, obligado por los nuevos indicadores oficiales del tercer trimestre.
Banxico lo anunció desde hace mas de un mes: la expectativa de crecimiento para 2013 rondara los 0.9 a 1.3 por ciento. No más. Hacienda se resistió hasta el anuncio de los indicadores del tercer trimestre. Ya no podía sostener una cifra optimista.
Aún más. La declaración oficialista que celebra la desaparición del fantasma recesión y da la bienvenida a la desaceleración, se vio opacada por las estimaciones de especialistas que indican que es demasiado temprano para cantar victoria, ante el estancamiento de la economía norteamericana y la desaceleración en que se encuentran las economías emergentes.
Pero además, aumentar los impuestos y eliminar incentivos el próximo año parece no ser una política adecuada para incentivar la inversión del sector privado, única vía firme para la generación de empleos, más aún cuando el desempleo se encuentra anclado en el indicador del 5 por ciento -con picos más negativos en Tamaulipas (7.32), Tabasco (6.80), Durango (6.77), Baja California (6.28) y Baja California Sur (6.17)- y el panorama no resulta atractivo para la generación de nuevos puestos de trabajo o la mejora salarial, por las nuevas cargas tributarias contenidas en la miscelánea fiscal.
Todos esperamos que el reapunte del Producto Interno Bruto sea el inicio de una recuperación de la economía, sostenido en indicadores técnicos y no políticos como los que ha venido propugnando la Secretaría de Hacienda, en un contexto de una macroeconomía positiva para el país y una inflación controlada.
Hablar de que México esta entrando a una etapa de aceleración de la economía que será mas pronunciada y vigorosa en 2014, tiene más que ver con buenas intenciones que un apego al análisis de los indicadores.
Probablemente existe razón en que el gobierno federal sea optimista. Al final de cuentas tiene que ver con un posicionamiento político. La cuestión es que se debe tener cuidado y comprender que nos encontramos en la fase previa a la recesión, y por tal motivo, las decisiones económicas de las personas y las empresas deben ser cautelosas, sobre todo en el manejo de sus compromisos financieros, el grado y la naturaleza del apalancamiento.
La decisión técnica adoptada por Hacienda al reducir su expectativa de crecimiento es una postura responsable de cara a un crecimiento incipiente, motivado por un mal año económicamente hablando.
EN EL TABLERO...El triunfo de Sergio Álvarez en los comicios municipales de Coyame del Sotol es un reconocimiento al trabajo tesonero y de comunidad realizado por el mismo alcalde electo, que de nueva cuenta en menos de un año, volvió a recorrer comunidad por comunidad para convencer a cien electores adicionales que le dieran el gane...En relación con las elecciones, el PAN hizo mucho ruido y menos trabajo...Las irregularidades están más en el imaginario de golpetear al gobierno del estado de Chihuahua que en lo objetivo de pruebas y elementos de denuncia...El presidente municipal electo tomará posesión a finales de diciembre...Será el ministerio público de Chihuahua quien deslinde las acusaciones de tortura en los implicados en el crimen múltiple acaecido en Ciudad Juárez...La Fiscalía insiste en que se trata de una estrategia montada para tratar de deslegitimar las indagatorias...

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