lunes, 6 de diciembre de 2010
POZA RICA SE ILUMINA ESTE DIA
Día del Niño Perdido
Poza Rica se ilumina este día
Por Luis González Romero
Poza Rica, Ver.- Con la celebración del Día del Niño Perdido Poza Rica se ilumina este martes a partir de las 18:00 horas cuando se realice el encendido de miles y miles de velitas en las calles del centro, parques, jardines y en las colonias, en escuelas, en fin, toda una tradición que se ha convertido en un atractivo de carácter turístico; que además representa bendiciones para quienes realizan la venta de las velitas desde el pasado fin de semana.
Esta celebración año con año va cobrando mayor interés e importancia, no solamente en los térmicos religiosos, sino como una manera de atraer turismo, como lo han hecho en Tuxpan, por ejemplo, en donde la celebración es todo un acontecimiento, pues no solamente se hace el encendido de las velitas, sino que también se adornan carros y se convierte en una gran fiesta de la ciudad porteña.
En otras ciudades de la región empieza a tomar fuerza la celebración del Día del Niño Perdido, como es el caso de Papantla, en donde hay una calle que lleva ese nombre, y que decir de Martínez de la Torre y otros lugares más pequeños en donde ya están siguiendo el ejemplo de Tuxpan y Poza Rica. El Tlapacoyan este día festejan el día del chofer y después de oficiar una misa, se lleva a cabo la bendición de carros, camionetas y camiones.
De acuerdo a la iglesia católica María y José subían todos los años por Pascua al Templo de Jerusalén. El Niño iba con ellos habitualmente. Lo sucedido cuando el Niño tenía doce años tiene gran importancia. Esta edad era aquella en la que se considera que los niños pasaban a ser adolescentes, o "hijos de la Ley", debiendo asumir las obligaciones de la misma. Jesús asume este paso con conciencia de su filiación divina. Y va a dar un paso discreto, pero importante.
Juan Jaime Suárez Silva, párroco de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, expresa que los padres iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Y cuando el niño tuvo doce años, subieron a la fiesta, como era costumbre. Pasados aquellos días, al regresar, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo advirtiesen sus padres.
Suponiendo que iba en la caravana, hicieron un día de camino buscándolo entre los parientes y conocidos, y como no lo encontrasen, retornaron a Jerusalén en busca suya. Y ocurrió que, al cabo de tres días, lo encontraron en el Templo, sentado en medio de los doctores, escuchándoles y preguntándoles. Cuantos le oían quedaban admirados de su sabiduría y de sus respuestas. Al verlo se maravillaron, y le dijo su madre: Hijo, “¿por qué nos has hecho esto? Mira cómo tu padre y yo, angustiados, te buscábamos”. Y él les dijo: ¿Por qué me buscaban? ¿No sabíais que es necesario que yo esté en las cosas de mi Padre? Pero ellos no comprendieron lo que les dijo"
Este pasaje bíblico se vive y se recuerda cada 7 de diciembre en todo el mundo con el simbólico encendido de las velitas para iluminar el camino del Niño Jesús, motivo por lo que en lugares como los mencionados, la gente sale a las calles y a lugares públicos para encender las velas, como podremos verlo este martes por la tarde.
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