sábado, 15 de mayo de 2010

PUNTO Y COMA

Punto y Coma

Los programas de solo tres años
Por eso la ciudad sigue igual
No existe continuidad en las obras

Por Luis González Romero

Por hablar de Poza Rica, pero ocurre en todos los municipios del país, donde se ejercen programas de tres años y cuando llega la siguiente administración, los nuevos ediles quieren desaparecer lo que les dejó el antecesor o sencillamente no se le proporciona mantenimiento; porque lo único bueno y bonito es lo que haga el ayuntamiento en funciones; lo que hizo el anterior no sirve, de acuerdo a expresiones emitidas por los mismos ediles o funcionarios de la localidad.

En el caso de Poza Rica, la ciudad capital petrolera de México en mejores tiempos, ha sido un lugar sucio y antes hasta apestoso por las emisiones que emanaban de los quemadores de los pozos petroleros, contaminación que invadía a la población y nos dejaba mal parados, porque mucha gente que llegaba a la ciudad no se acostumbraba porque la contaminación atmosférica ocasionaba irritación de ojos, congestionamiento de las fosas nasales, dolor de garganta; en fin, resultaba demasiado molesto el ambiente en Poza Rica de aquellos años.

Hace treinta y tres años que llegué a esta ciudad –prestado por tres meses- y todavía sigo aquí, la ciudad era un desastre, sobre todo en sus calles, pues muy pocas eran las que estaban pavimentadas, en la gran mayoría había que sortear las lagunas en tiempo de lluvias o el polvo en estos meses; ese era el Poza Rica de aquellos años y si bien es cierto que la ciudad ha crecido bastante, muy poco es lo que ha cambiado.

En aquellos años, cuando llegué a Poza Rica, el presidente municipal era Manuel Delgado Ojeda, trabajador de Petróleos Mexicanos, bonachón, bromista, buen hombre y su secretario del ayuntamiento era Jesús Villalobos Guerrero, muy aficionado a empinar el codo o a chupar vidrio, como se dice, y esos tres años pasaron con más pena que gloria, no se vio mucho de obras en la ciudad.

Posteriormente subió al poder municipal Marcos López Mora, que con una mentalidad diferente y progresista pensó en pavimentar calles, con la participación de los vecinos, los que al final de cuentas -muchos de ellos- no pagaron lo que les correspondía hacer; pero lo importante es que hubo obra y alguna transformación en colonias como Chapultepec, 27 de Septiembre, entre las que recuerdo.

Irma Arronte, que era regidora en esa administración, comisionada en ornato, parques y jardines, hizo lo suyo con el objetivo de hermosear la ciudad y construyó unas jardineras un poco antiestéticas en la avenida Heriberto Kehoe Vicent; pero finalmente tenían flores y daban imagen a la ciudad; sin embargo después llegó otra administración municipal y mandó a demoler esas jardineras y sembraron Ficus, los que afortunadamente a nadie se le ha ocurrido desaparecerlos.

El comentario de las jardineras es a manera de ejemplo, pero cada administración hace cosas a favor de la ciudad, para que tenga una mejor imagen y cuando llega la siguiente destruye la herencia –como ocurrió con el obelisco de la Plaza Cívica- y cuando las cosas no son tan peores, sencillamente no se proporciona mantenimiento a la herencia del anterior y lo que han dejado se convierte en adefesios, que en lugar dar buena imagen, representa un problema y lo peor de todo; que esas obras se hacen con dinero del pueblo y que es como echarlo a la basura, y así sucesivamente de tres en tres años, se escribe la historia y el dinero que pago vía impuestos se esfuma en algo que solo se ve por espacio de tres años, porque cuando llega el siguiente alcalde trae sus ideas propias y jamás permitirá que se proporcione mantenimiento a lo que le dejaron, ya sean parques, monumentos jardines…..Por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.con, hasta pronto y buen inicio de semana.

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