Punto y Coma
De niña guerrillera, hoy sexoservidora
Madre de familia, no sabe leer ni escribir
Victima de extorsión policíaca
Por Luis González Romero
Cuando apenas era una niña, que debería estar en la escuela, sin embargo ella participaba junto con sus hermanos en la guerrilla de Nicaragua; la guerrilla nicaragüense que combatió el régimen sandinista de Managua. A los trece años muchos de los guerrilleros antisandinista tuvieron que salir huyendo de ese país y ella llegó al estado de Veracruz, con sus hermanos y otras personas.
Estoy hablando de Karina, hoy tiene 33 años de edad y lamentablemente no sabe leer ni escribir, es madre de familia, tiene un hijo de 17 años, sin acta de nacimiento y una hija de menos edad que si está registrada; en tanto que ella –Karina- tampoco tiene acta de nacimiento; solo algunas recomendaciones de los lugares en donde ha vivido a lo largo de 20 años.
Aún siendo niña, sin saber leer ni escribir, en tierra desconocida, comenzó a prostituirse y se enroló con un jarocho con el que procreo sus dos hijos; pero su pareja no quiso registrar al niño, argumentando que ese no era su hijo; después llegó el segundo embarazo y nació una niña, misma que si fue reconocida por su padre; pero para Karina la vida no era fácil y además era victima constante de maltrato, de violencia física, psicológica y económica, porque el marido nunca se preocupó por darle una casa.
Cansada de tanta violencia decidió irse a vivir a la ciudad de México con sus dos hijos; pero allá tampoco fueron fáciles las cosas, pues tenia que salir a trabajar en la venta de discos y de otras mercancías en la vía publica para mantener a sus hijos. Después se juntó con otro hombre que tampoco le ayudaba en nada y por el contrario fue victima de más violencia.
Años después viajó a Gutiérrez Zamora, Veracruz, en donde se refugió con su suegra; la madre del padre de sus hijos, que de alguna manera le ha tendido la mano; sin embargo su calvario no termina y de Gutiérrez Zamora viaja todos los días a Poza Rica en donde se gana el dinero como sexoservidora; en tanto que su hijo, en ocasiones trabaja como ayudante de albañil, no le da para más, porque para otras actividades le solicitan documentos que no tiene, como acta de nacimiento, credencial de elector y CURP.
Claro ella es guapa y a sus treinta y tres años –joven- pero en su cara y en su cuerpo se refleja el sufrimiento, mala alimentación, falta asistencia médica y algunos padecimientos; su desesperación ha llegado al extremo y dice que ha sentido deseos de quitarse la vida, pues no encuentra la salida y para colmo de su desventura, sufre acoso y extorsión por elementos de la Policía Intermunicipal Poza Rica-Tihuatlán-Coatzintla, concretamente los de la patrulla 116, que no la dejan en paz, que cada vez que la encuentran le exigen “mochada” de 200 pesos, o de lo contrario la llevan al cuartel de la policía en donde permanece la noche y al día siguiente tiene que pagar 400 pesos para que la dejen en libertad. Ella “trabaja” para alimentar y vestir a sus hijos; la niña esta estudiando y el joven solo cursó la primaria.
Para las demás sexo servidoras –dice- que la cuota es de 50 pesos por día; pero para ello es de 200 varos o encarcelamiento; además de eso la insultan, la golpean, la tratan muy mal los uniformados de la Intermunicipal, ya no sabe que hacer, a donde acudir, con quien quejarse, pues en la Agencia del Ministerio Público no le hacen caso y su última esperanza son los derechos humanos, en donde espera que si la escuchen y que esa instancia haga las recomendaciones necesarias para que la dejen de extorsionar y maltratar.
Como ser humano, por su condición de mujer y madre de familia merece un respeto, sea cual sea su ocupación; pues al final de cuentas es solo una mujer como todas y los policías de la Intermunicipal nacieron de una mujer; una mujer que bien pudiera ser su abuela, madre, hermana e hija; por eso deben de respetarla y de alguna manera protegerla….Por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto y buen inicio de semana.
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