miércoles, 4 de agosto de 2010

PUNTO Y COMA

Punto y Coma

La ordeña de ductos no es delito
Se extiende por todo el país saqueo en Pemex
Propuestas para reformar la ley

Por Luis González Romero

En las leyes y los reglamentos existen muchos vacíos que son aprovechados al máximo por organizaciones delictivas, pero también por intereses y compromisos personales o de grupo, como dijo Pastor Pérez Saldaña, subdirector operativo de tránsito en el Estado, que las rutas de taxis no están contempladas en la ley, recordando aquello que dice que las leyes fueron hechas para violarlas.

Dentro de la ley existen vacíos y por lo mismo se contemplan hechos delictivos no penalizados, como es el robo que se comete cotidianamente en agravio de Pemex, sobre todo en Poza Rica, como la toma clandestina en ductos y oleoductos, el secuestro de equipo y autos-tanques, la ordeña de buques y la adulteración del combustible que se expande sin control en Pemex.

A la inmensa red de complicidades, en la que según reportes oficiales participan empleados de confianza y sindicalizados, ahora se añade la mano del narcotráfico y
el crimen organizado pasó de ser un riesgo focalizado para la industria petrolera mexicana a una amenaza para la seguridad energética nacional que se expande a ritmo acelerado, de acuerdo con cifras e información proporcionadas por Petróleos Mexicanos.

Si chupar los ductos, si robarle a Pemex no es delito, seguramente tampoco será delito que en las estaciones gasolineras concesionadas por la paraestatal no le despachen los litros completos; es decir que le roben, pues al fin y al cabo robarle Pemex no es un delito, tampoco lo será entregar litros incompletos de gasolina diesel.

Desde Rosarito, Baja California, hasta el sur de Chiapas, pasando por el estado de Veracruz, la paraestatal se enfrenta a la instalación de tomas clandestinas en los ductos y oleoductos, secuestro de carros-tanque, asalto de pipas, extracción ilegal de materiales y equipo, todo con el fin de robar gasolinas y diesel, petróleo, petroquímicos, condensados y gas. El daño patrimonial para el país derivado de la suma de los delitos se calcula en más de 30 mil millones de pesos anuales.

Luego de lo que viene pasando desde hace muchos años en todas las zonas petroleras, a los señores legisladores se le prendió el foco –ya era tiempo- y están proponiendo reformar la ley para que existe un sustento legal, jurídico y proceder en contra de quienes se dedican al robo en agravio de Pemex; porque si bien es cierto que se ha detenido a los ladrones y son puestos a disposición de instancias de justicia del orden federal, a los cuantos meses logran recuperar la libertad.

Datos de inteligencia de la Gerencia de Seguridad Física de Pemex, la PGR, secretarías de la Defensa, Marina y Seguridad Pública federal hacen evidente la evolución del problema. De los 110 casos de tomas clandestinas que Pemex registró en 2004, año con año la cantidad se elevó. En 2005 fueron 136, en 2006, 220; en 2007, 323; en 2008, 396, y en 2009, 453, de acuerdo a la información difundida en boletines por la paraestatal y a través de medios nacionales

Pero el robo a Pemex no sólo se reflejó en la cantidad de actos ilícitos con tal fin, sino que se expandió territorialmente; si en 2004 se concentraban en zonas como Veracruz, Tabasco, Tamaulipas y el estado de México, para 2008 eran ya 15 entidades federativas más en las que se cometían hurtos: Baja California, Durango, Sinaloa, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Oaxaca, Puebla y el mismo Distrito Federal, en donde se han cometido esos delitos para cuyos actores no existe castigo.

Los reportes de inteligencia precisan que durante casi 10 años, la estructura de complicidad dentro de la paraestatal filtró “información confidencial” sobre el funcionamiento de los sistemas de seguridad en la empresa. Al robo de petróleo, condensados y gasolinas se añaden la sustracción ilícita de aparatos tan pequeños como radios, computadoras de escritorio y portátiles, herramientas de uso cotidiano como pinzas, desarmadores, cables y hasta válvulas de presión que se utilizan en ductos y que más tarde son empleadas por la delincuencia para las tomas clandestinas.

En Pemex Exploración y Producción, región norte, se han registrado muchos actos delictivos de esa magnitud; en la mayoría de los casos solo se ha intervenido equipos, como las pipas y herramientas; en raras ocasiones han logrado detener a los delincuentes , pero las pérdidas son millonarias que repercuten en la economía nacional, concretamente en la empresa.

La paraestatal llegó a desconfiar de sus propios vigilantes y equipos de seguridad, en su mayoría trabajadores sindicalizados, a grado tal que en 2006 el general de brigada diplomado del Estado Mayor, Víctor Manuel de la Peña, realizó por encargo del entonces director corporativo de Administración de Pemex, Rosendo Villarreal Dávila, un plan para integrar un ejército propio que sustituyera paulatinamente a casi 4 mil vigilantes sindicalizados por militares retirados con “récord impecable”, para salvaguardar las 288 instalaciones estratégicas de la paraestatal. El Plan Relevo, sin embargo, fracasó por oposición del sindicato petrolero que encabeza Carlos Romero Deschamps, lo que dejó en indefensión a la empresa….Por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto

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