PUNTO Y COMA
Comercio ambulante, botín de todos
Un mal necesario en Poza Rica
Carne de cañón de los políticos
Por Luis González Romero
Desde antes de que Poza Rica fuera municipio libre el comercio informal ha sido un gran negocio para funcionarios vivales, los que al principio no los había, porque no existía el ayuntamiento; pero una vez que se constituyó, muchos fueron y siguen siendo los favorecidos y beneficiados por los comerciantes conocidos como ambulantes o informales, los que han dado poder y de comer a políticos y dinero al erario público, así como a los mismos ediles e inspectores, esos que levantan con todo y que mantienen el control en las calles y en los mercados.
Por ejemplo, el mercado Poza Rica se construyó antes de que Poza Rica fuera municipio libre, ahí está esa nave central, testigo de la historia y de mil batallas y que sigue firme; pero en aquellos años estaba rodeada de comercios, las famosas casetas en donde se vendían comida a los petroleros, y hasta cerveza y licor; además era punto de reunión de la chicas de la vida alegre que llegabsan para hacer la vida más placentera a los trabajadores que explotan los veneros del Diablo.
A lo largo de la historia de Poza Rica como municipio libre, el comercio ambulante o informal siempre ha sido perseguido, como una forma de obligarlo a “mocharse” con las autoridades y a ingresar dinero al erario público y además los comerciantes comenzaron a ser condicionados por los políticos en turno, pues prácticamente los obligaban a apoyar y a votar por los candidatos a la alcaldía, diputados locales o federales, con la promesa que de ganar ellos, ganarían todos; la misma cantaleta de siempre.
Recuerdo al Poza Rica de hace 33 años, con calles sin pavimento, una ciudad sucia como hasta ahora y con el intenso olor a los quemadores de PEMEX, que invadían todas las colonias, como los comerciantes que ya en esos años también invadían, pero las calles con sus mercancías y el pregón de los productos que ofertaban y en la puerta principal del mercado Poza Rica el grito de El Charro (que en paz descanse), quien anunciaba las noticias de los periódicos de aquellos años.
Los comerciantes de la calle, como las prostitutas (ahora sexoservidoras) han sido un mal necesario pero a la vez victimas de la persecución y la explotación, como una forma de exprimirles el bolsillo, de sacar provecho de su necesidad de trabajar y de ganarse unas cuantas monedas con el sudor el cuerpo, de la frente y de los de enfrente; pero todos han ganado y la persecución ha sido de los años y por los años amen.
Los tiempos no han cambiado, en la era de Marcos López Mora, en su primer aire como alcalde, desalojó con la fuerza pública a los comerciantes que del monumento a La Madre habían hecho un tianguis; pero con ello no se terminó el problema, muchos regresaron a las andadas en las calles y después se fueron sumando mas y más; se trata de un problema de nunca acabar a pesar de que cada presidente busca poner el orden o el “reordenamiento” como decía Pablo Anaya, pero las calles y las banquetas siguen llenas de comerciantes, luego de quitar a Rosa Hilda de la comisión de comercio y relevarla por Rosalía Escalante salas.
Al calor de las necesidades y de combatir a los “informarles” surgieron mercados como el de la 27 de Septiembre, Parcela 14, La Burrita, Santa Fe, Los Portales, Parador Urbano y hasta lo que llaman “Fidel Herrera”, que fue otro de los fracasos de la actual administración municipal, además de tianguis como el del “52” y ahora los del “47”, que antes estuvieron también en la calle Chapultepec de la colonias Manuel Ávila Camacho, por donde estaba la zona de tolerancia que ya habían trasladado a la colonia Reforma y que más después la desaparecieron, muy a pesar de que también era un mal necesario y que en estos dos años Anaya Rivera habló mucho de volver a la creación un espacio para acabar con los antros que hay en las colonias del centro de la ciudad, un sueño guajiro mas….Por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto.
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