Punto y Coma
Aumenta el abigeato en varios estados
El robo de ganado siempre ha existido
Ahora lo hacen de manera violenta
Por Luis González Romero
En una ocasión la policía detuvo a Pomposo Nemesio porque lo acusaron de robarse una vaca, pero ante el juez se defendió y dijo que él era inocente; que cuando caminaba por un atajo se encostró un mecate y se agachó para levantarlo, pero que nunca imaginó que el la otra punta de la reata estuviera un amanalito, y con ese argumento convenció al juez de su inocencia. La vaca y el mecate se entregaron a su dueño y que conste que Pomposo Nemesio no “maiceo” al señor justicia.
Otra historia se conoció allá por Jicaltepec, congregación que pertenece al municipio de Nautla, cuando en ese lugar encalló un barco procedente de un país europeo y los navegantes no pudieron regresar a su lugar de origen, por lo que se quedaron a poblar una zona selvática en la que abundaban las víboras venenosas, animales de caza. Era una jungla en donde picaba el mosco y resultaba difícil vivir.
Pero al poco tiempo los extranjeros consiguieron crías de semovientes, comenzaron a engordarlos; pero eran muy pocos y el otro problema era venderlos, ya que los tenían que trasladar hasta el puerto de Veracruz por un camino real que ahora es carretera costera, cuya travesía duraba una semana y, el jefe de la “tribu” salía de la jungla con tres o cuatro reses para su venta, lo extraño es cuando llegaba al rastro de Veracruz, a donde llegaba con un ato ganadero hasta de 15 cabezas, por la sencilla razón de que en el camino se iba robando los animales y con ello mejoraba su capital.
El robo de ganado es penado por la ley, se persigue de oficio y siempre ha existido en todas partes. En el estado de Veracruz es perseguido por los cuerpos policíacos en base a las denuncias de los agraviados. En la actualidad se dice que ha disminuido ese delito en tierras veracruzanas; pero no está erradicado.
Ahora existe una modalidad violenta para cometer ese tipo de robos; pues ahora ya no ponen zapatos a los toros para llevárselos y que no dejen huella; ahora se usa la metralleta, la amenaza de muerte contra quien conduce los vehículos que transportan ganado y de esa forma se apoderan de lo ajeno, cometen el mismo delito pero acorde a los nuevos tiempos. “Carlos es ganadero desde su adolescencia, cuando su abuelo le heredó el negocio familiar de cría y venta de becerros. “Pero ser ganadero ya no deja nada bueno. Uno la piensa porque ahora te cuesta la vida”.
Organizaciones ganaderas de al menos 11 estados de la república aseguran que el robo de ganado o abigeato -como se tipifica el delito- ha repuntado en los últimos dos años. Los caballos, las vacas, los borregos y los becerros son los principales animales robados, y las pérdidas para los criadores son contabilizadas en varios miles de pesos.
Un toro, por ejemplo, llega a costar entre 8 mil y 10 mil pesos; una vaca, entre 10 mil y 12 mil pesos; una vaca lechera se vende hasta en 25 mil pesos; un caballo entre 15 mil y 30 mil pesos, y un becerro cuesta entre 10 y 20 mil pesos, de acuerdo a datos proporcionados por quienes están inmersos en la ganadería.
Los medios nacionales informan de que ganaderos de Aguascalientes, el estado de México, Chiapas, Coahuila, Jalisco, Michoacán, Querétaro, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas y Zacatecas consideran que este delito ha crecido entre 30 y 50 por ciento, y lo atribuyen al crecimiento de la delincuencia organizada que ha ampliado su campo de actividad. Pero también creen que en la mayoría de los casos se trata de delincuentes comunes y ocasionales que aprovechan el clima de inseguridad que hay en el país para cometer un ilícito.
Las sanciones para los delincuentes que cometen abigeato varían, según el Código Penal de cada estado de la república, entre los seis y 20 años de cárcel, pero pocos son los responsables procesados. “Denunciarlo, ni pensarlo, porque se pierden cuando menos cuatro horas y al final los sueltan. Mejor, para evitarse más problemas y las represalias, uno se queda callado por temor, para evitar que nos maten, nos secuestren o nos extorsionen porque sabemos que pues ya se trata de gente de las mismas comunidades y que conocen como, cuando y donde es el momento para robar ganado.
Cuando les platico de que a los toros les ponían zapatos, es porque Serapio Bartolo practicaba sus técnicas inteligentes para robar animales: Por ejemplo, para robarse un cerdo usaba jabón de pan, que los animales confundían con comida y lo mordían, se les quedaba atorado en el hocico y no podían emitir sonidos y de esa forma Serapio se los robaba sin que la gente se diera cuenta. A las gallinas les tiraba granos de maíz amarrados con un hilo y no se lo podían tragar ni tampoco cacareacar y en el caso de los toros, durante el día les daba vuelta, porque supuestamente les tenían mucho miedo; pero por las noches les envolvía las patas con lienzos de costal y así se los llevaba sin dejar huellas por el atajo…Por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo electrónico: notiluis@hotmail.com, hasta pronto y cuidado con los “roba-vacas”.
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