Punto y Coma
¡Felicidad en el mes de la amistad y el amor!,
Usted cómo define eso de la felicidad,
Felicidad es estar en paz con uno mismo.
Por Luis González Romero
En este mes de la Amistad y del Amor (14 de febrero, Día de San Valentin), vale la pena hacer algunas reflexiones sobre el tema, sobre todo porque cada quién es feliz o infeliz a su manera, si todo en la vida es relativo, relativa también es la idea que cada uno tiene de la Felicidad. Para algunos, felicidad es dinero en la cartera, cerveza en la nevera, ropa nueva en el armario. Para otros, la felicidad representa un suceso, una carrera brillante, O simples hechos considerados importantes (aunque en la realidad carezcan de relevancia). Para otros tantos, ser feliz es conocer el mundo, tener un conocimiento profundo de las cosas del Cielo y de la Tierra.
Gracias a la maestra Rosa María Ayala Nájera que nos brinda su atención, que nos lee y que con re3lación al tema de la felicidad nos lanza esta interrogante, ¿Sabes cómo ser feliz?. Todos buscamos ser felices, porque la vida sin momentos felices no puede llamarse vida.
La felicidad es un estado emocional ideal pero, ¿Hemos aprendido a ser felices?, ¿Sabemos cómo encontrar la felicidad?, ¿Cuándo alguien nos pregunta si somos felices contestamos, con seguridad, afirmativamente? O somos de aquellos que nos preguntamos ¿Qué se sentirá ser feliz? O de aquellos que lamentamos no encontrar la felicidad.
Debemos reconocer que muchas veces confundimos nuestro estado de ánimo con nuestro estado económico, así escuchamos a muchas personas autodefinirse como un ¡pobre infeliz!, si no cuenta con una buena cantidad de dinero. Y no se dan cuenta que la felicidad no radica en la riqueza, sino Michael Jackson, estuviese vivo aún.
Quizá no hemos reparado en las cosas que tenemos a nuestro alrededor que nos hacen sentirnos felices, en las cosas que poseemos y disfrutamos, quizá en algún momento de nuestra vida hemos tenido vivencias que nos provocaron un estado de ánimo contrario a la felicidad, que aunque ya pasaron, nos empeñamos en traerlas al presente, y en ocasiones, no las dejamos ir, aun cuando nos lastiman.
Que clase de persona eres: de las que disfruta todos los instantes de su vida, agradeciendo que aún respira, que esta completo, que mejora su salud, que tiene familia, que tiene un trabajo, que tiene un techo, un plato de comida, una pareja, un hijo(s), que escucha, que ve, que gusta, que siente, que ama, etcétera. O eres de los que constantemente se lamenta de todo lo que lo rodea, de su suerte, de su familia, de sus hijos, de su trabajo, del clima, del tiempo (si pasa lento, si pasa rápido), del vecindario donde vive, en una palabra, de todo.
Escuché en alguna ocasión a una comentarista radiofónica decir que ese día era su cumpleaños y que al levantarse lo primero que hizo fue, decirle a su esposo que la felicitara porque cumplía un año más de vida. Que para ella no era importante saber si él recordaba la fecha o no, porque no estaba dispuesta a mortificarse por un olvido, consideraba que lo mejor era recordárselo y disfrutar de su felicitación, de su “apapacho”. Después mencionó que una de sus amigas, aprovechaba hasta esos pequeños detalles para mortificarse, pensando desde días antes, si su esposo recordaría la fecha, tan especial para ella, y si él lo olvidaba, sufría todo el día y no lo olvidaba fácilmente, buscando su infelicidad una y otra vez, cada que lo recordaba.
Tal vez nosotros, en ocasiones, nos parecemos a la amiga de la comentarista y traemos al presente los malos ratos que hemos pasado con nuestra pareja, nuestros hermanos(as), nuestros hijos, nuestros vecinos, nuestros compañeros de trabajo, y las heridas que nos marcaron no las dejamos que sanen, al contrario, las hurgamos con el pensamiento para sufrirlas a diario. Si tu, amigo lector, amiga lectora eres de estas personas, escucha un consejo, vive cada día de manera plena, sin empañarlo con los malos momentos pasados y sin preocuparte por los “posibles malos momentos” futuros.
Aprende a olvidar lo que te daña y a disfrutar lo que te satisface, lo que te llena espiritualmente, lo que te complace, lo que te consiente, lo que te hace sentir plena(o); eso, sí puedes y debes traerlo a tu presente cuantas veces quieras, disfrútalo las veces que desees, conserva tus bellos recuerdos, verás que bien te sientes, porque saboreas tu bienestar, porque todos esos hermosos momentos, conforman lo que llamamos FELICIDAD.
Agrégale a esos momentos, buenos deseos, buenos sentimientos, buenos afectos para todos los que te rodean en tu hogar, en tu trabajo, en tu vecindad, vas a ver cómo te vas sintiendo ligero(a), porque lo contrario a todo lo anterior pesa, duele, nos hace sentir mal, nos hace infelices. Lo malo de todo esto es que nosotros nos provocamos esos malos ratos y lo bueno de ello es que podemos mejorarlos y revertirlos. ¡Inténtalo! Y ¡Disfrútalo!, te deseo éxito. e-mail: rosayala1@hotmail.com. Hasta aquí la participación de la maestra Rosa María Ayala y gracias por seguir lo que aquí se plasma, porque para mí ser feliz es diferente. Ser feliz es ser persona, es tener vida, que como decía un poeta: “Es hermosa, es hermosa, es hermosa”. Felicidad es la familia reunida, Es vivir sin llegada, sin partida. Es soñar, es llorar, es sonreír…
Felicidad es vivir cercado de amor, Es sembrar amistad, es el calor del abrazo de aquel amigo, que, a pesar de la distancia, le escuchas decir: “Aló”. Ser feliz, es despertar a las cinco de la mañana, después de haberte acostado a las tres de la madrugada, sólo para dar una vuelta, a la cama de tu hijo, nada más que para verlo dormir. Ser feliz es tener un cálido hogar. Es la sencillez de una mesa. Es un té caliente al desayuno. Es la dulce melodía para inspirar al corazón. Ser feliz es disfrutar del sol radiante, del frío congelante, de la lluvia o del temporal.
Ser feliz es brindar afecto a los demás (a todos los que se cruzan en tu camino). Ser feliz es hacer de la vida, una gran aventura, una mayor locura, un enorme placer. Pero, ante todo, la verdadera felicidad consiste en proceder bien, en todos tus actos. Es no tener Nada de qué Arrepentirse. Es no dañar, pero además para ser feliz debe leer Punto y Coma…Por hoy es todo, soy Luis González Romero, mi correo: notiluis@hotmail.com., hasta pronto y sean felices.
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