Intolerable anarquía vial en céntricas calles
Por Luis González Romero
Poza Rica, Ver.- Es intolerable la anarquía vial que prevalece en todas las calles del primer cuadro de la ciudad, principales calles, avenidas u bulevares, en donde no hay espacios para el estacionamiento de vehículos y aunque no es una justificación, da lugar a que muchas personas se estacionen en doble fila obstruyendo el paso de los demás, como ocurre todos los días en la calles adyacentes al Parque Juárez, sector en donde se encuentran las dependencias del gobierno municipal.
Lo mismo ocurre con los vehículos particulares que con los del servicio público, en la modalidad de taxis y autobuses, que ya no caben en las calles de la ciudad y que por lo mismo se estacionan en doble fila y lo más grave es que realizan descenso y ascenso de pasaje a la mitad de las avenidas, poniendo en riesgo la vida de los usuarios.
Lo anterior es un problema de todos los días, en la mañana, al mediodía y por la noche y no se revuelve con semáforos ni con la ampliación de las calles; que decir de los agentes de Tránsito del Estado adscritos a la Delegación No. 3 a cargo de Martín Guridi Hurtado, los que solamente aparecen cuando vienen funcionarios del gobierno estatal; pero el resto del tiempo se les ubica en las entradas o salidas de la ciudad en donde están a la cacería de las camionetas procedentes de las comunidades, a cuyos choferes los intervienen hasta sin causa alguna, pues lo único importante es que se “mochen” con un billete y “aquí no pasa nada”.
En relación a la cultura vial, existe un parque de vialidad para la enseñanza de los niños; pero este solo funciona una vez al año, y los puentes peatonales raras veces son ocupados, pues la gente prefiere jugarse la vida entre los carros, que subir las escalerillas de los puentes para cruzar las avenidas sin peligros.
Anteriormente se formaban escuadrones viales con alumnos de las escuelas de educación primaria, pero eso ya no existe y las avenidas se convierten en pista de carreras, sobre todo por más de dos mil taxis, que en un porcentaje del 50 por ciento son conducidos por jóvenes que no tienen el menor respeto para los pasajeros, imprimiendo velocidad a las unidades y el resultado son los frecuentes accidentes que ocurren en esta localidad.
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