martes, 13 de diciembre de 2011

ROBERTO BORGE Y FELIX GONZALEZ CANTO, DESTAPAN LA CLOACA DE QUINTANA ROO

ROBERTO BORGE Y FÉLIX GONZÁLEZ CANTO, DESTAPAR LA CLOACA DE QUINTANA ROO

Por José Martínez *
Se autoriza reproducción con crédito al autor

México, D. F., a 13 de diciembre de 2011

Quizá Enrique Peña Nieto no lo sepa pero el propio líder de su partido, el senador Pedro Joaquín Coldwell, debe tener la responsabilidad de informarle que ha llegado la hora de destapar la cloaca del gobierno de Quintana Roo, como en otros estados del país —Veracruz sería otro caso—, porque sería lamentable para su partido enfilarse a una segura derrota en las próximas elecciones presidenciales, al menos en lo que corresponde a esa parte del Caribe.

Es innegable la confrontación de Pedro Joaquín Coldwell con el gobernador Roberto Borge y su antecesor Félix González Canto. Estos dos últimos saben que tienen cuentas pendientes con el líder de su partido. Saben que hay afrentas que nunca se olvidan. Por ejemplo, las humillaciones al Patriarca, don Nassim Joaquín Ibarra, padre del dirigente tricolor, al que llegaron incluso a instalar una cámara oculta a las afueras de su negocio en Cozumel, para “espiar” con quiénes se reunía.

Por lo pronto, el ex gobernador Félix González Canto debería verse en el espejo de Pablo Salazar Mendiguchía, puesto en prisión por incurrir en actos criminales, comenzando por sus enfrentamientos con los medios. Roberto Borge sigue los mismos pasos de su antecesor al incurrir en abuso de poder y numerosas irregularidades. Nadie ha llorado una lágrima por Félix Canto ni llorará por Borge Angulo. Al tiempo.

Pero el gobernador Roberto Borge está más preocupado en su imagen personal que en los problemas del estado. Por ejemplo, durante el “buen fin”, mientras Felipe Calderón se compraba en una tienda de Cancún un disco de su paisano el “Buki” y otras baratijas, el “gober” preocupado por su gordura se agenciaba unas cremas reductivas y otros productos “milagro” recomendados para el sobrepeso.

Borge está más preocupado por posar para las fotos y cortar listones. Si no que se lo pregunten a Pedro Joaquín Coldwell. Cuando el senador presentó su registro a la candidatura para dirigir al PRI, tanto Roberto Borge como Félix González Canto se apersonaron en el evento, se tomaban fotos para publicitarlas en los medios, con el fin de dar la sensación de que con Pedro Joaquín Coldwell estaban “a partir un piñón”. Nada más alejado de la verdad.

La realidad es que los dos (Borge y Félix) no tuvieron la cara para asistir siquiera a la toma de protesta de su paisano como líder nacional del PRI. Sabían y entendieron que no era bienvenidos y por eso mientras la clase política hacía acto de presencia y refrendaban su lealtad y apoyo al amigo y compañero de partido, éstos no estuvieron en la toma de protesta. Simplemente Pedro Joaquín Coldewll tomó nota.

Borge y Félix fueron la comidilla. Se fueron porque estaban incómodos. Se sabían extraños. Pero eso sí, los dos cozumeleños, mientras merodeaban por las instalaciones del PRI se daban vuelo con sus blackberrys, tuiteando a todo lo que da, pero jamás se vio o quedó constancia de un apretón de manos y mucho menos un abrazo con el líder de su partido durante su registro.

Roberto Borge y Félix González Canto sólo viajaron al DF a tomarse la foto y a blofear, haciendo creer a la prensa quintanarroense que están con Coldwell. Ambos buscan que los medios sean sus aliados e incondicionales, pero de a poco se han ido confrontando con la prensa como pasó en su momento con Pablo Salazar Mendiguchía.

A como dé lugar buscan Imponer su ley, para que ningún periodista los toqué ni con el pétalo de una crítica. Cuando la prensa mordaz los alcanza se exasperan, se vuelven irascibles, simplemente se sienten intocables, por eso se manejan impunemente. A eso se debe que tan sólo a unos cuantos meses en el poder Roberto Borge sea no sólo impopular, sino aborrecible.

Carga a cuestas con un costal de resentimientos. El gobernador quintanarroense no logra superar que su padre Roberto Borge Martín haya pisado la cárcel en diciembre de 1994 y “Beto” haya pasado una de las peores navidades de su vida cuando apenas contaba con 15 años de edad, estaba por iniciar la preparatoria y sólo haya encontrado el consuelo de su famosísimo tío Kamel Nacif Borge, el compadre del gober precioso, ambos ligados en escándalos de pederastia.

Le perturba su infancia y adolescencia, quizás eso explica su personalidad bipolar y su odio a las mujeres, como le pasa a todos los misóginos que tienen necesidad de amor… por lo que muchos de ellos, como Roberto Borge, conviven con mujeres a las que acaban maltratando, insultando, dominando y haciendo la vida imposible.

Su conducta política también tiene una explicación. Es prepotente y autoritario, como lo describió un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quizás porque fue humillado por su antecesor cuando éste era el patrón y el otro su simple chofer. Ahora, en el poder, se ha vuelto soberbio y altanero, como lo describen sus más cercanos. Está ávido de reconocimiento y notoriedad, por eso busca desesperadamente un lugar a como sea en la política nacional.

Mucho de su tiempo lo pasa en la capital del país, pero es invisible, y aún peor que Peña Nieto, no es un tipo culto, nadie le reconoce atributos, aún políticos; como decía el profesor, el político debe “enseñarse a tragar sapos”, por eso cuando es expuesto bajo los reflectores de los medios pierde el control y se exaspera hasta llegar a las amenazas.

Todo esto lo sabe el líder nacional del PRI, como sabe que el gobernador más joven del país, es un lastre para su partido. Quizás el mismo Roberto Borge no lo sabe, pero tal vez no termine su cargo y sea llamado a cuentas tan pronto se comience a destapar la cloaca del gobierno de Quintana Roo.

Para empezar no es un gobernador de consensos. No ha sabido ni ha podido mantener el equilibrio político de su estado. El rey reina, pero no gobierna. Ya vendrán los ajustes por sus ofensas al Patriarca, el gobernador sabe que don Nassim es factótum de poder y que ahora lo es aún más con un enemigo al frente de su propio partido.

Es factible que ya se estén empezando a pagar facturas. De entrada es un hecho que Félix González Canto no contenderá como candidato al Senado de la República y que deberá responder a los pendientes que dejó y aún más deberá enfrentar los señalamientos que lo vinculan con el asesinato de Mayra, una niña embarazada que perdió la vida de manera sospechosa junto con su bebé en ciernes. Los indicios apuntan hacia él.

Apenas comienza a destaparse la cloaca y ya es insoportable el hedor con miras a las elecciones de 2012.

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